
Durante mi corta vida he vivido con millones de personas que usan este medio para no se excluidos.
El militar que se esconde tras su uniforme aparentado ser un hombre fuerte, duro, astuto cuando después de quitarse su traje no es más que un ser humano común, con sentimientos y temores.
El homosexual que no quiere ser juzgado, e intenta llevar una vida heterosexual y termina engañando a su entorno familiar.
El nerd que trata de imitar a los demás, comportándose rebelde para no ser diferente.
El anarquista que se esconde tras un traje de corbata, ocultando los tatuajes en sus brazos y su cabello corto y reprimido.
El amante empedernido que cubre su corazón con un escudo para no ser traicionado. Etc...
La mayoría de estos reprimidos no lo son por elección propia, detrás de esto se esconde el núcleo familiar, grupos de amigos, compañeros laborales y por supuesto la famosa sociedad.
Como seres humanos sentimos la necesidad de encontrar un grupo y una cultura con la cual identificarnos pero muchas veces nos vamos hacia caminos contrarios siguiendo como borregos a la monotonía.

Si quieres ser cantante, ¡Canta!
Si eres llorón, ¡Llora!
Si eres gay, ¡Sal del closet!
Si eres Anarquista, ¡Lucha por tus derechos, hazte escuchar y si te gusta el rock batuquea tu melena!
Si eres nerd, ¡Levanta la mano, el ser culto siempre tiene sus ventajas!
Si eres amante, ¡Ama con locura!
Y si eres una escritora frustrada como yo, ¡Escribe sin parar!
No dejen de ser quien son, todos nacimos con dones diferentes, no dejes que las criticas destructivas te afecten. ¡Coge lo bueno y desecha lo malo!¡Hoy me levante de buen humor!
¡Me levante con ganas de hacerme escuchar!
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