23 ene 2011

A la hora de la siesta.

A la hora de la siesta.

El sol atravesaba la ventana.

El calor me hizo usar ropas ligeras.

Pero aún así comenzaba a sudar.

Empecé a soñar entre la cálida temperatura de las sabanas.

Estaba sola y asustada.

Gritaba tu nombre.

Cuando llegaste cayó papelillo de colores.

Después el papel se transformo en lluvia.

Lo recuerdo muy bien, nos bañamos en la lluvia.

Luego desapareciste y me enojé.

Quede sola y mojada.

Yo buscaba un lápiz y un papel para escribir lo que estaba pasando pero tenía que esperar hasta despertar.

Cuando desperté, mi ropa olía a lluvia.