25 ago 2010

Bienvenidos al infierno.

Que si mientes, te vas al infierno.
Que si robas, te vas al infierno.
Que si matas, te vas al infierno.
Que si buceas te vas al infierno.
Que si maldices, te vas al infierno.
Que si comes en exceso, te vas al infierno.
Que si tienes pereza, te vas al infierno.
Que si te gusta el dinero, te vas al infierno.

Bla, Bla, Bla

He pasado mi vida tratando de hacer lo correcto, y al tratar de hacer algo bueno, hago mil cosas malas. Mentimos para no hacerles daño a las personas que queremos, para excusarnos y peor aún para destruir a los demás. Veamos otro ejemplo… No desear a la mujer de tu prójimo WTF? Hombres y mujeres por doquier, a donde quiera que vamos, como aquel famoso dicho “Los ojos se hicieron para ver” pero… ¿Sólo miramos? Las imágenes llegan a nuestra cabeza, donde las manejamos a nuestro antojo, una simple imagen es suficiente para que nuestra mente pueda jugar sin parar. Gula, cada día millones de chefs, cocineros y/o especialistas de la gastronomía, se las ingenian para deleitar nuestros paladares con sus platos, pues es su trabajo, “Comer, comer, comer” uno de los grandes placeres de la vida, si esto es un pecado ¿Por qué es tan exquisito?

Maldecir aunque siempre he pensado que las malas palabras son sencillamente producto de la ignorancia o chabacanería, es INEVITABLE no usarlas en determinados momentos de nuestras vidas: Un día malo, un día malo para otros y terminan desquitándose contigo o simplemente aquellos días donde nos amanecemos Mírame pero no me toques”.

- Al terminar estas últimas líneas me doy cuenta que práctico la mayoría de estos pecados. A pesar de que no robo ni mato… Quiere decir que… ¿Me iré al Infierno? A ese sitio tenebroso, oscuro, ardiente, caluroso, donde te quemas y sufres en carne viva todo el daño que hiciste.

¡Fatal! ¿No?

Pensando en cuanto tiempo me quedará en este paraíso, ningún miedo, temor, pavor o algún sentimiento similar sentí.

¿Infierno?

Vivir en un mundo donde desayunar con mentiras es el pan de cada día, patrañas en la Universidad, el trabajo, la televisión o cualquier otro medio de comunicación, difamaciones, chismes. Exageraciones por aquí y por allá. Miles de Robos, asesinatos, secuestros sin ningún tipo de piedad. Luchar con el tráfico, el calor, los conductores inconscientes que empeoran el día, llegas a la Universidad (netamente mi caso, por el simple hecho de estudiar en una Universidad privada) donde te cobran hasta el saludo, riñas con profesores y su falta de ética, compañeros atenidos, y un sin fin de adversidades, donde te provoca agarrar el marcador y dar tú la clase, y terminas maldiciendo y tu “Cara de cañón” no es nada normal. A combatir de nuevo con el tráfico, colas y colas, altercados, contratiempos, tienes tan poco tiempo para almorzar que sales de tu casa masticando la comida, para llegar a tu trabajo donde tienes que discutir para hacer cumplir tus derechos, pero no tienes conciencia que no has cumplido con tus deberes. Sales y tienes que lidiar con miles de personas que vagan “muertas de hambre”, socialmente excluidos, desplazados de sus lugares de origen, inevitablemente tus tardes de “Café y chisme” se convierten en acoso y un tedioso hostigamiento de parte de limosneros que en vez de buscar trabajo optan por el facilismo y salen a dar lástima. Personalmente NO doy una moneda, así tenga mil, a cambio de nada. ¿Quieres dinero? ¡Te doy trabajo! Calor, frío, lluvias, cambios de clima totalmente inexplicables; basura por aquí, malos olores por allá, gente torpe que te tropieza, que te juzga, te miran mal, por tu forma de vestir, pensar y hasta por tu color de piel o preferencia sexual. Necesitas relajarte, para nosotros, (Obviamente me incluyo) los testarudos humanos que asociamos “Relajación = Licor”. Bebidas que se mezclan con tu mal día y alteran tu humor, caes en drama, infidelidad, llanto, lujuria, promiscuidad, etc. Te acostumbras a vivir así, visitando constantemente lugares nocturnos, se convierte en una adicción, ves “sexo, drogas, alcohol, peleas sin parar”, sitios donde asisten personas de todo tipo desde el marginal hasta el high, menores de edad, que te producen sentimientos pedófilos, terminas tu noche en un grave estado de ebriedad y terminas acostumbrando a amanecer con resaca y continuas con la rutina. Cualquier ser humano viviendo el día a día en este paradise eliminaría de tu cabeza cualquier temor hacia la muerte, o al menos hacia el viaje sin regreso al infierno, particularmente no creo que esa popular paila sea más atroz que pasar un día aquí en la tierra. Creo que en este mismo momento estamos viviendo en el infierno.

P.D: No soy atea, creyente, ni me quejo de mi vida. Pues no todo es acerca de mí. Pero si tú te sientes identificado, ¡BIENVENIDO AL INFIERNO!

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