Un sorbo de café. Un cigarro. Un suspiro...Probablemente sea un poco temprano, pero encontré la inspiración que me anima a escribir.
- ¿Motivos para inspirarme?
- ¡Hay muchos!
Como la despiadada lluvia que me asecha el techo de mi casa. Tal vez estar aquí, sola, un sábado por la noche. O peor aún, que se haya ido la luz...
Trato de tararear una canción en inglés, la cual desconozco... Trato de dormir, pero el insomnio se apodera de mi. Intento pensar en mil y una situaciones excitantes para poder masturbarme y quedarme dormida al fin, pero mis intentos son fallidos. Llegue a la conclusión de que haber visto tantas películas pornográficas ha sido en vano, en estos momentos no logro recordar ninguna...
Mi mente empieza a merodear cada rincón de mi cabeza, trayendo consigo recuerdos bizarros, un tanto confusos y a la vez aburridos.
¡Morfeo, apiadate de mi y prometo dejar de escribir sandeces!
(Solo por hoy)
Lo mejor para liberar la creatividad no es invadirte con imagenes y sonidos, sino por el contrario quedarte en silencio desde adentro hacia fuera, ya luego veras como fluyen las ideas.
ResponderEliminarLo tendré muy en cuenta. Gracias por el comentario.
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