Sara se encontraba en su oficina, ya se hacia la hora de almorzar, mientras tanto el sol calentaba de manera inimaginable. El sudor recorría el cuerpo de Sara, sorbo a sorbo aliviaba su sed bebiendo wisky en un vaso, con 3 cubos de hielo. Repentinamente escucha un tenue sonido, una mágica composición tacones-piso de madera.
Sara, quien se encontraba a espaldas de la entrada, piensa, con una leve sonrisa en su rostro.
-¡Visita!
Ligeramente voltea su sillón, fija su mirada en los instrumentos que producían aquel armonioso sonido y dice:
-!Botas de cuero, mala elección para un día soleado!
Poco a poco, curiosa, la mirada de Sara continuaba ascendiendo, siguiendo las curvas de aquella misteriosa pero delicada silueta. El pánico se apoderaba de su mente, pero las ganas de descubrir quién se encontraba frente a ella, la dominaban, y seguía observando. Cuando sus ojos, coincidieron con el dúo de pechos, atrapados, queriendo salir de aquel ajustado vestido, Sara, nota que una larga cabellera rojiza comienza a aparecer. Su mirada se perdía tras las fuertes ondas del impecable cabello y unas cuantas pecas que se asomaban entre el cuello y la espalda de la misteriosa mujer. Sara ya se acercaba a revelar quién era la dueña de la silueta que se perdía a contra luz, pues ésta levemente se aproximaba, y sutilmente podía persuadir su aroma. Sara sentía el sonido de los pasos cada vez más cerca, mientras sus corazón extrañamente empezaba a acelerarse. Aquello ya no era una silueta, era real, pues Sara podía sentirla, rozarla, olerla... Frente a frente se encontraron, el temor de Sara iba creciendo, pero esto no le impidió dejarse dominar, pues la misteriosa mujer la tomó enérgicamente de la cintura y comenzó a besar su cuello, devorandose entre sí... al llegar al oído de Sara, ésta le susurra...
-Despierta, es hora de trabajar.
Sara se despierta, con adrenalina recorriendo su cuerpo, sorpresivamente bañado en sudor y piensa:
-A partir de hoy, debo dejar de beber y dormir en el trabajo.
-¡Visita!
Ligeramente voltea su sillón, fija su mirada en los instrumentos que producían aquel armonioso sonido y dice:
-!Botas de cuero, mala elección para un día soleado!
Poco a poco, curiosa, la mirada de Sara continuaba ascendiendo, siguiendo las curvas de aquella misteriosa pero delicada silueta. El pánico se apoderaba de su mente, pero las ganas de descubrir quién se encontraba frente a ella, la dominaban, y seguía observando. Cuando sus ojos, coincidieron con el dúo de pechos, atrapados, queriendo salir de aquel ajustado vestido, Sara, nota que una larga cabellera rojiza comienza a aparecer. Su mirada se perdía tras las fuertes ondas del impecable cabello y unas cuantas pecas que se asomaban entre el cuello y la espalda de la misteriosa mujer. Sara ya se acercaba a revelar quién era la dueña de la silueta que se perdía a contra luz, pues ésta levemente se aproximaba, y sutilmente podía persuadir su aroma. Sara sentía el sonido de los pasos cada vez más cerca, mientras sus corazón extrañamente empezaba a acelerarse. Aquello ya no era una silueta, era real, pues Sara podía sentirla, rozarla, olerla... Frente a frente se encontraron, el temor de Sara iba creciendo, pero esto no le impidió dejarse dominar, pues la misteriosa mujer la tomó enérgicamente de la cintura y comenzó a besar su cuello, devorandose entre sí... al llegar al oído de Sara, ésta le susurra...
-Despierta, es hora de trabajar.
Sara se despierta, con adrenalina recorriendo su cuerpo, sorpresivamente bañado en sudor y piensa:
-A partir de hoy, debo dejar de beber y dormir en el trabajo.
Es un relato interesante en cuanto a sensaciones, un buen escrito, me gustó.
ResponderEliminarEn la parte inferior derecha esta mi ventanita de seguidores, gracias por
querer seguirme, estaré atenta a tu blog también.
saludos.
Gracias. Lo tendré en cuenta.
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