10 may 2010

Así fue...

Mientras el día se tornaba gris y difuso, apareció ella... y nos volvimos a perder en la oscuridad del callejón. Levemente caía la lluvia, y poco a poco humedecía nuestro cabello. Perdiendome en su adictiva fragancia, no tuve opción que empinar mis pies y besar sus labios...

Los 10 segundos perfectos del día...

No hay comentarios:

Publicar un comentario